Camas elásticas Véns a saltar en Sant Cugat

Como habéis podido leer hace poco en el post de cómo fue la mesa dulce del cumple del Mayor y del Cuarto aquí, hicimos una súper celebración en Véns a Saltar, (VAS?) un local cerca de casa dónde hay camas elásticas por doquier. Ya habíamos ido en muchas ocasiones aquí y a los niños les encantaba, así que a la hora de buscar un sitio original dónde celebrar los cumples y cerrado pues era una época del año que igual hace bueno, que llueve, no dudé en reunir aquí a sus mejores amigos y primitos.

Este local todo en amarillo y azul , como véis, tiene sus paredes forradas para que si te chocas, rebotes contra una pared blandita. Es el paraíso de a los que les gusta saltar en camas elásticas (también conocido en inglés como trampolining, cosa que aprendí en mis tiempos mozos en clases de physical education, PE, en el colegio británico cuando me enseñaron a hacer alguna que otra proeza en el aire). Es totalmente seguro y además, cuenta con la presencia de varios monitores dentro de las camas elásticas que vigilan a los niños. 

Hay un cupo de gente que cabe por cada ronda de saltos que dura exactamente 15 minutos y que está controlada por un reloj gigante que se ve en todo momento. Cuando se acaba el tiempo, suena un pitido al más puro estilo ring de boxeo y todo el mundo dentro debe de salir en seguida y así, se da paso a los que estén ansiosamente esperando afuera.

Aunque es cierto que no hay límite de edad, impera el sentido común. Yo lo recomendaría a partir de los 3 años largos que es cuando saben saltar y les puede divertir sin dar mucho miedo. En cualquier caso, siempre se puede ir con niños más pequeños y acompañarles tú, como hijo mi marido con el Cuarto acababa de aprender a andar justo.

Como podéis ver, aunque es una superfice lisa, tiene en algunas zonas, como unos escalones y hay camas situadas por encima de otras hechas para los que quieran ir subiendo o bajando de altura mientras saltan o por si quieren hacer volteretas o piruetas a nivel profesional, claro está, e ir de más arriba a más abajo.

Los niños se lo pasaron pipa y tras saltar un cuarto de hora, merendar en el piso de arriba y volver a saltar otros 15 minutos, acabaron ko, sedientos, rojo y sobre todo, muy felices.

Os puedo asegurar que ese tiempo saltando allí, aunque parezca poco, es muy intenso y acabas muerta. Lo dice una servidora que ha saltado allí en más de una ocasión aunque por problemas de mi suelo pélvico es mejor que no salte tanto todavía.

Hay una zona dónde pueden acceder los padres o las personas que salten para esperar o parar, justo al borde de la pared que es muy útil para coger energías.

Como os comentaba, en el piso de arriba hay una sala dedicada para celebraciones dónde los niños pudieron disfrutar del candy bar y las deliciosas croquetas de Croqueta y Presumida de las que os hablé en este post. 

El Mayor, rojo de la emoción de saltar, como podéis apreciar en la foto, sopló sus 7 velas eufórico gracias a la tarta de chuches que le hizo su yaya con mucho cariño.

El local dispone de una mesa, sillas, bancos y equipo de música para quién quiera celebrar cumples en el piso de arriba. Los baños están situados en el piso de abajo para los que quieran ir.

En las mesas hay espacio más que suficiente para sentar a muchos niños o adultos y exponer bien todo lo necesario para una celebración, como podéis apreciar en esta imagen.

Pero lo más importante del día es que yo pude disfrutar viendo disfrutar a mis hijos y todos los invitados y de ahí, la gran sonrisa de mi cara.

Si tenéis una tarde o fin de semana libre, no dudéis en venir con vuestros hijos porque les chiflará y querrán volver, ya lo veréis.

Están en la crtra de Roquetas 29, en Can Magi en Sant Cugat del Vallés.

Podéis consultar aquí los horarios:

¿Qué os ha parecido el sitio?, ¿mola, eh?

Gracias a Gisela de paraelbebe por las fotos de ese día en el que no me dio para estar por todo!

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