¡Hola a todas! Últimamente he estado un poco ausente y vais a tener que perdonarme pues la búsqueda de empleo y llevar al peque a la guarde sólo hasta las 12 del mediodía, me han absorbido totalmente, pero tampoco pretendo teneros abandonadas mucho más porque tengo muchas cosas que contaros. Así que, aunque esté mega contenta porque he encontrado trabajo, aquí seguiré al pie del cañón todo lo que pueda.

Ya sabéis lo mucho que me gusta vestirme a juego con mi hija porque os lo he contado aquí con este vestido veraniego tan mono y aquí con este collar. Pero tampoco hace falta ir iguales de arriba abajo. A veces, con complementos como unas botas a juego ya podemos ir la mar de monas y hacer sentir a nuestras hijas especiales.

La Menor, la pobre, se me queda un poco descolgada desde el año pasado en la dinámica familiar pues tiene por debajo a un bebé muy demandante que mamaría todo el día, si pudiera y por encima, dos hermanos mayores que hacen deberes por las tardes, juegan a cambiarse cromos, al fútbol con sus amigos y sin quererlo, ella no encuentra su hueco en la familia. Yo hubiera querido tener más niñas y que todo fueran muñecas y cocinitas, pero la realidad de la vida es que no me puedo sentar a jugar con ella nunca y eso me da muchísima pena. Es  cierto que me la llevo a desayunar una vez al mes y eso le encanta porque se siente especial, pero no es algo del día a día. Es por eso que, hablando con su profe, me dijo que tampoco necesitaba hacer grandes cosas con ella, sino tener pequeños momentos o miradas de complicidad que le hicieran sentirse querida, aceptada y valorada por mí. Así que cuando me llegaron estas preciosas botas de Conguitos pensé que eran una oportunidad para unirnos de nuevo con la excusa de vestir juntas. Y ¡ madre mía si le gustaron! si es que se quería hasta ir a dormir con ellas y con eso lo digo todo…

 

Al probármelas yo también descubrí por qué mi peque no se las quería quitar y es que son tan gozosas con esa piel de borreguito con dentro que hasta sin calcetines te las podrías poner, incluso y¡ tan pichí! Yo hace años que tenía echado el ojo a unas botas así de invierno con un lacito atrás porque me parecía de lo más cuqui y con éstas, que encima llevamos las dos iguales, he cumplido mi sueño con creces.

 

Estas botas australianas las elegí en color taupé porque me parece que pega con todo: desde tejanos que es lo que llevamos habitualmente las dos, hasta una faldita o un vestido para darle un look más desenfadado, cosa que se lleva mucho y aunque no acababa de convencerme, ahora ya me gusta ( yo soy de las clásicas de vestido y mercedita, pero poco a poco voy abriendo la mente).

Con la suela al tono y ese borreguito interior, serán nuestro calzado por excelencia de este invierno porque las dos somos muy frioleras. Llevarlas es como ir en zapatillas de estar de casa, pero con una alfombra peluda dentro. Así, todo junto y siendo cómodas además. ¿Os animáis vosotras con este tipo de bota?

En la web de Conguitos, podéis encontrar también otro tipo de calzados para ir a juego con vuestras hijas como estas zapatillas rosas de glitter con cordones de raso y con luces a las que tuve que poner freno porque no todo puede ser rosa en nuestra casa (jajaja). Pero si os gusta este color tanto como a mí o en plateado, echad una lookeadita a su web porque además,  usando el código CONM15 tendrás un 15% de descuento en tu próxima compra. ¡Aprovechad! Además, el servicio on-line es impecable y las tendrás en casa en seguida.

María

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Comment *