Hace unos meses fui a un evento de Educo que se hizo en Cèntric Barcelona, como podéis recordar en este post, . Era un local muy céntrico que yo no conocía dónde se hacía psicomotricidad relacional. Suelo llevar a mis cuatro hijos a eventos conmigo por las tardes, pero nunca había estado en un sitio dónde me captaran tan bien como era el Mediano que es el más conflictivo de todos. Augusto Barceló, el director del centro, se me acercó y me comentó a grandes rasgos cómo era mi hijo y me quedé muy sorprendida pues, en tan sólo un ratito y eso que había muchos niños más por ahí, me le caló perfectamente. Entonces se abrió el cielo para mí pues un hijo que te da tantos dolores de cabeza y que desestabiliza, a menudo, toda la familia es un gran motivo de preocupación y el ver una posible solución era algo que no esperaba encontrar en aquellos momentos.

Fue entonces cuando mi marido y yo decidimos llevarle durante un trimestre allí a ver si conseguíamos mejoras en su conducta. La forma que tienen de trabajar es la siguiente: primero tienes una reunión con Augusto y con tu marido en la que se habla con todo lujo de detalles sobre la vida del niño. Así, el director del centro puede entender bien al crío en todo su entorno desde que nació. Soy una firme creyente de que, en su caso especialmente, influyó el embarazo tan estresante que tuve, así como el parto con fórceps y el haber estado separados las dos o tres primeras horas de vida. Es muy importante entender qué lugar ocupa cada niño en la familia y más, en nuestro caso, al ser una familia numerosa. El Mediano es un niño muy alegre que llama mucho la atención, a veces con un comportamiento negativo, por lo que, como ya os he comentado en otra ocasión, acaba siendo etiquetado de «El Malo o gamberro» para que nos entendamos. Es algo que me gustaría cambiar y contra lo que lucho a diario, pero hay veces que una se siente cansada y tira la toalla, pero eso cambió desde que empezó las sesiones grupales en Cèntric Barcelona.

Aparentemente diríais que es un mero gimnasio, como los del cole, dónde el niño se lo pasa bien, pero es mucho más. En cualquier caso, un espacio es lo que se hace de él, no el sitio en sí. Os voy a contar en qué consisten las sesiones que se hacen allí en grupo que sirven tanto para niños muy movidos, como era nuestro caso, como para los que son todo lo contrario. Allí se ayuda a que en grupos muy reducidos de unos 3-4 niños, no más, los más enérgicos se calmen y los más tranquilos, se animen. Parece imposible lograr esta difícil combinación, ¿verdad? Pues Augusto lo consigue.

Los padres llegan allí una tarde a la semana y el niño está allí durante una hora en la cual siguen siempre el mismo esquema: se saludan, se cuentan qué tal están, cómo ha ido la semana y después viene el grosso de la sesión que es un juego controlado en el que hay tan sólo 3 sencillos límites, pero que se cumplen a rajatabla:

1- Cuidar de uno mismo ( de no caerse, golpearse y hacerse daño)

2- Cuidar de los demás (no pegarles)

3- Cuidar del material

 

Estas 3 reglas, en realidad, es algo que se puede aplicar a todos los ámbitos de la vida. De hecho, yo no recordaba que lo hacían hasta que un día me lo soltó el Mediano y me quedé muy sorprendida de la asertividad con la que me explicaba sus «normas en clase».

Mientras, en una clase en la que previamente Augusto ha valorado cómo encaja cada niño según su personalidad pues ha tenido una sesión individual previa con él, los niños juegan. Parece mentira la cantidad de cosas que pueden pasar en una hora. A menudo había conflictos, pero eso era muy bueno pues de ello también se aprende a ver qué roles adopta cada niño, cómo solucionarlos…etc

Al final de la clase, recogen el material y hacen un poco de relajación. A mí me resultaba imposible que el Mediano se tranquilizara en absoluto durante más de un segundo pues es un niño muy muy movido, pero para mi gran sorpresa, pude ir viendo como desde la sesión 1, venía de clase suaaaave como la seda y eso era muy agradable, la verdad por su propio bien y porque todo el conjunto de la familia estaba mejor también. De hecho, siempre se dormía en el trayecto en coche de vuelta a casa (sólo él) y eso es algo a lo que no estamos acostumbrados.

Semana tras semana durante tres meses hemos ido notando mejoras en su comportamiento tanto en casa como lo que nos ha dicho su tutora del cole, con la cual el centro también tiene contacto para tener feedback de todo el entorno completo del niño, algo muy necesario realmente. Mi hijo parece ahora más relajado en términos generales (exceptuando si ha habido un problema en concreto) y es algo de lo que estoy segura yo no habría conseguido por mi cuenta porque al tener otros 3 hijos a mi cargo no daba a basto para cubrir sus necesidades emocionales y eso es algo que me preocupaba mucho, como os podéis imaginar.

Aquí podéis ver ejemplos de cómo se trabaja la psicomotricidad relacional que os comentaba que es lo que ha hecho mi hijo este tiempo. Sirve, además, para niños con necesidades cognitivas, niños en riesgo de exclusión, retraso en la maduración del sistema psicomotriz, dificultades en el control y conocimiento del propio cuerpo, trastornos generalizados del sistema psicomotriz, trastornos del espectro autista, síndrome de Asperger, déficit de atención e hiperactividad, trastornos de conducta emocionales y dificultades de relación y trastornos del vínculo afectivo.

Augusto Barceló tiene un posgrado en psicomotricidad educativa y otro en terapia psicomotriz en la Universitat Ramon LLull  y eso se nota en su trato con los niños. Parece mentira que tras actividades aparentemente sencillas como subir espalderas, pintar en una pizarra con tizas de colores, destruir bloques creados por ellos mismos o relajarse con una pelotita, entre otras actividades, puedan desembocar en un entorno adecuado en que un niño gane confianza en sí mismo y los demás y le cambie su manera de actuar en su día a día.

Además, de este servicio, Cèntric ofrece servicios de reeducaciones psicopedagócias, coaching e, incluso, un centro para hacer co-working en plena Plaza Cataluña.

Yo no puedo más que recomendarlo para vuestros hijos si sufre alguna de las cosas que he mencionado arriba. Seguro que encontraréis soluciones allí para los problemas de vuestro niño y así, se solucionarán los problemas de toda la familia en su conjunto.

 

María

3 Comments on Cèntric Barcelona, un centro dónde hacer psicomotricidad gruesa para niños

  1. Sonia de Animalitostuyo
    9 mayo, 2017 at 5:09 am (7 años ago)

    Tu Mediano es como Rosquis, un peque tan movido, activo y tremendo que nos vuelve locos, aquí y en la guarde. Tendríamos que probar alguna clase en Cèntric. Aunque el próximo curso le apuntaré a psicomotricidad en el cole. Besitos!

  2. Mummystrip
    14 mayo, 2017 at 6:27 am (7 años ago)

    Me ha encantado el post. A lo mejor lo pruebo. Mi peque esta desatado, tiene energía para todo el mundo pero sin ningún tipo de control.
    Gracias por la crónica y la recomendación

  3. María
    26 mayo, 2017 at 9:06 pm (7 años ago)

    A tí, guapa! ojalá te pueda ayudar tanto como a mí!

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