Esta madrugada el Menor se ha puesto a llorar a eso de las seis de la mañana y el Mayor ha venido a nuestra habitación diciendo muy preocupado: «Mamá, Egu llora» y yo le he contestado que no pasaba nada, que le íbamos a dejar llorar un poquito porque acababa de comer, pero que él también se tenía que ir a dormir. Evidentemente no ha querido y le he dado dos alternativas: o bien se volvía a su cama a dormir solito o se venía a la cama de mamá y papá. Claro, nos ha elegido a nosotros, así que se ha acurrucado a mi lado y me ha empezado a acariciar la mano y me ha entrado una ternura tan grande de poder tener a mi bebé grande a mi lado que, a pesar de no poder dormir, me he quedado así quieta saboreando el momento.

Estoy acostumbrada a colechar a veces con el Menor que se pega a mí cual lapa y se mueve cada dos segundos, así es él de movido; en cambio, el Mayor como nunca viene, me ha sorprendido al ser tan diferente de su hermano. Se ha metido su manita en la boca y la ha empezado a succionar con fuerza, como hace siempre para dormirse pues nunca ha usado chupete. También distinto en ese aspecto del Menor que, a pesar de mamar, tiene que tener bien agarrado su chupete como objeto de apego. Muchas veces me sorprende que sean los dos hijos míos siendo uno tan distinto de otro y eso que les he educado igual, pero creo que en ello también hay mucha riqueza, mucho que aprender.

El otro día estaban los dos descalzos por casa, cosa que les chifla y me fijé en los pies del Mayor y de repente los ví muuuuuuy grandes y me sorprendí a mí misma pensando en lo rápido que había crecido. Hace apenas tres años era una bola diminuta peluda que salía de mí y ahora estaba ahí jugando a hacer cosquillas a su hermano menor.

Otro momento íntimo que tengo cada día con el Menor es cuando le recojo a mediodía de la guardería  y nos metemos en el coche y mama con ansia, en silencio, refugiándose en mi pecho como para recuperar las dos horas que hemos pasado separados. Después, succiona cada vez más despacito, cierra los ojos y se queda tan agustito que casi se duerme hasta que me mira de reojo y sonríe, le hablo, se ríe…adoro esos momentos de calma y paz..

Me gusta también cuando le saco del coche profundamente dormidito y se me acurruca en el hombro y se agarra a mí como si no hubiera mañana. Permanezco así unos minutos meciéndole como si fuera un bebito, intentando grabar esos momentos en mi mente para siempre, sintiéndome necesaria para él…

Simplemente quería compartir estos pensamientos sueltos sin ningún hilo aparente más que el de estar encantada de tener estas dos preciosidades por el amor que tengo a mi marido.

María

6 Comments on Momentos íntimos

  1. Bergeronnette
    22 enero, 2013 at 2:09 pm (11 años ago)

    Qué momentos más tiernos y delicados! Yo también adoro cuando voy a buscar a la pequeña a la guardería y me coge con mucha fuerza, como diciendo, ahora eres mía.
    Besos.

  2. batallitasdemama
    22 enero, 2013 at 3:22 pm (11 años ago)

    Que bonito, me ha encantado. Un beso

  3. Con M de Madre
    23 enero, 2013 at 7:11 pm (11 años ago)

    Gracias por compartir ese otro momento especial conmigo 🙂

  4. Con M de Madre
    23 enero, 2013 at 7:11 pm (11 años ago)

    Me alegro de que así sea! 😉

  5. Jemina Tesorín Tesorete
    12 abril, 2013 at 7:14 am (11 años ago)

    Disfruta de esos pequeños momentos, atesóralos, porque si te parece que tu Mayor y tu Menor han crecido muy deprisa, en cuanto el Menor pase a ser el Mediano, vas a saber lo que es volar!!!! Yo me he quedado sin bebé más rápido……

    Un beso y yo también me alegro de conocerte virtualmente.

  6. Con M de Madre
    12 abril, 2013 at 8:25 am (11 años ago)

    Pues si,de hecho ahora que estoy en reposo ya no puedo ir a buscar al Menor al cole a mediodía y nos hemos perdido un gran momento nuestro.estoy perdiendo algunos,xo ganando otros,como cuando los niños suben a mi cama al grito de mamiiiiii,xo si,en unos meses mi bebe será el Mediano y tendré otra Menor de la q ocuparme todo el dia!
    Gracias por pasarte por aquí y un placer conocerte!:)