¡Feliz primer cumpleaños, gordito!

Querido hijo:
Hoy cumples un año. Esta noche,cuando te desvelaste de las dos a las tres de la mañana, supongo que por la innegable ola de calor africano, lo pensaba: ¡hace ya un año! en un día como hoy hace doce meses, a punto de reventar con un barrigón importante y tu hermano mayor en brazos, pues todavía no andaba, naciste tú. Recuerdo todo perfectamente: la ropa que llevaba puesta, mis sensaciones, el calor, los nervios..y llegaste al mundo ¡por fin! dos semanas tarde, pero lo hiciste. Si es que estabas tan a gustito ahí dentro, yo te entiendo..sabías que al salir no ibas a parar quieto ni un momento porque tu hermano mayor andaría meneándote de aquí para allá.

Yo tenía dos preocupaciones principalmente: la primera que no sabía si te iba a poder querer tanto como a tu hermano y si sería capaz de quereros a los dos por igual y la segunda, cómo llevaríais el tema de los celos entre hermanos. Al final las cosas son mucho más fáciles de lo que una se piensa..no sólo logré quererte desde el minuto en el que decidiste que te girabas y saldrías por el canal del parto como un hombrecito en vez de asustarnos con una segunda cesárea tan cercana, sino que a veces siento que hasta te quiero más que a tu hermano porque todavía me necesitas tanto…es cierto que ya no eres un bebé, aunque yo a veces te llame mi bebé, pero al estar juntos las 24 horas del día y darte pecho sin parar, creo que ambos nos hemos hecho dependientes el uno del otro.Tú me necesitas y yo también te necesito.

Durante tu embarazo leí todo lo que pude sobre el tema de los celos entre hermanos, pero al final, las cosas de verdad que no son para tanto o quizás es porque os llevábais pocos meses y a tu hermano no le había dado mucho tiempo a ser el rey de la casa.Mirando atrás ahora recuerdo lo largo que ha sido este invierno, los momentos terroríficos de baños y cenas yo siempre sola en casa y vosotros llorando porque no os podía atender a los dos a la vez con sólo dos manos, hasta que pasaron los meses y poco a poco, vuestros horarios se acompasaron y ya os pude bañar a la vez en la bañera, dar la cena en una trona pegada a la otra..y así empezaron momentos de risa y juegos para vosotros.Me da alegría veros interactuar y pienso que de aquí al año que viene, jugaréis todavía más y os haréis reir constantemente.Además, espero que cuidéis siempre el uno del otro.

Una amiga me dijo que el mejor regalo que podía dar a un hijo es un hermanito y ahora veo cuánta razón tenía. Es cierto que tener hijos es muy sacrificado, da mucho trabajo, no paras, no duermes, no tienes apenas tiempo para tí misma..pero es un gran regalo también y con el segundo que ya lo puedes disfrutar todo un poquito más, he aprendido todavía más. La vida es un contínuo aprendizaje. ¿Quién me iba a decir a mí que a pesar de las dificultades al empezar a dar el pecho a tu hermano mayor seguiríamos con la lactancia materna un año entero? (¡y lo que nos queda!). Así que hoy,además de tu llegada al mundo, celebramos doce meses de exitosa lactancia materna, lo cual me llena de orgullo y satisfacción porque sé que te he podido dar lo mejor de mí. Todo ello no habría sido posible sin el apoyo de «Con P de Padre», por supuesto, al cual le agradecemos su confianza en nosotros y su sostén psicólogico y físico.

Quizás tú no lo sabías, pero llegaste al mundo en un momento muy oportuno.Tu nacimiento, que fue una gran alegría, se vió a las pocas semanas ensombrecido por la muerte del avi  (tu abuelo paterno), pero con tus sonrisas hiciste que a papá se le hiciera un poco menos duro esa pérdida tan grande. Tú le llegaste a conocer antes de que se fuera al cielo, pudiste pasar sus últimos días a su lado. Él te vió, te acarició y sé que desde ahí arriba se alegra al verte crecer y hacer un niño cada vez más grande.

Por todo eso y por enseñarme que puedo mucho más de lo que yo misma a veces creo:
Te quiero, mi bebé.

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