Lo confieso sin ningún tipo de miramiento: el carnaval me parece una tontería. Yo creo que, en mi Madrid natal no se celebra tanto, pero lo que es aquí en Barcelona, es como una locura absoluta. ¡Pero si hasta se hace una «rua» al más puro estilo de Brasil! que, vamo, ríete tú de la cabalgata de Reyes. Nada que envidiarla..con sus carrozas, niños disfrazados desde lápiz hasta tigres pasando por marineritas provocadoras (ais, las niñas de hoy en día que no se dan cuenta de lo que hacen…).

El caso es que, cuando en la guardería de El Mayor me informaron de cómo había que disfrazarles cada día según los mandamientos de un tal «Carnestoltes» (a mí, el nombre en sí ya me parece de lo más obsceno), me empezé a poner nerviosa. Un día les pintaban la cara, vale; otro, tenían que ir de rojo (coincidía con San Valentín), vale; pero ya el tercero les hacían hacer la siguiente tontería, por no decir otra palabra más fuerte: que los niños se vestieran de niñas y las niñas, de niños. A pesar de mi incredulidad, a los padres que asistían a la reunión de la clase les pareció de lo más «salao»: que si nos intercambiamos una faldita por unos bigotes..que si tal, que si cual. Pero, vamos a ver, ¡nos estamos volviendo locos! ¿Se puede saber qué sentido tiene el confundir a unas pobres criaturas de año y medio con su sexualidad? ¿qué sentido tiene?, en serio, no me lo explico, por eso mi Señor Marido y yo fuimos a pedir explicaciones a la directora de la guardería y nos contestó lo siguiente: «es para que aprendan a respetarse los unos a los otros». ¡ Pero qué tontería más grande! o sea, que yo me tengo que difrazar ahora de perro para que me respetes y no me maltraten o de flor para que no me pisen y no me maltraten, ¡anda ya! Pensaba no llevar ese día a El Mayor para mostrar mi contrariedad, pero al final,se puso con una fiebre altísima, así que nada, se tuvo que quedar en casa sí o sí.

El jueves, que ya estaba bueno, fue de nuevo a la guarde e hicieron una bonita corona de indio con plumitas y todo, vale y el viernes: tiemblaaaa, tocaba disfrazarles de casa. Según la profesora, era para que así los niños pudieran usar los trajes que les habían regalado los reyes. A mí, como lo de disfrazarme no es que no me vaya mucho, si no, lo siguiente, pues me ví en un apuro porque no me daba la gana de comprarle nada para una fiesta que ni celebro. Pensé en ponerle una sudadera de hilos de colores que uno de mis hermanos me trajo con mucho cariño de Etiopía. «Fer, ¿y cómo van a entender con eso que va de «africano»? «, «píntale la cara de negro», me insistía, pero no lo hice pues hay un niño de color en la clase de mi hijo y pensé que se lo podía tomar como una falta de respeto.

Entonces pensé en la socorrida opción de la milenaria bolsa de basura. Sin más. Gris, le haces dos agujeritos para los brazos, uno para la cabeza y ¡va que chuta! mi Señor Marido me vino entonces a dar la murga con eso de que se iba a sentir aislado en la clase si todos los demás iban disfrazados y él no, así que al final cedí y me fui a Eureka Kids a comprarle su primer disfraz. Quería lo más sencillo y baratito, pero al final, acabé comprándole una túnica de indio, con hacha y corona de plumas «a conjunt», como dicen los catalanes. Lo hice porque le encantó el hacha. Hasta me montó un pollo cuando intenté quitársela para que me la cobraran…así son los niños…de ahí la famosa frase de «es más fácil tal que quitarle un caramelo a un niño».

Total, que a la mañana siguiente se lo vamos a poner todo contentos el disfraz nuevo y el niño que nanai, que por ahí no pasa. Con las prisas matutinas, mi marido le puso el chándal de gimnasia de los viernes y se cogió en una bolsa el disfraz, a ver si con su profe se lo ponía. Menos mal que se lo puso porque si no, le mato!!! Aún así, cuál fue mi sorpresa cuando al llegar a las cuatro a la clase para disfrutar de un rico chocolate con melindros (del cual, por cierto, no disfrutó ningún padre más que yo), ví que sólo llevaba puesta la túnica de indio. ¿ Y el súper hacha? ¿y la corona de plumas? Y encima se manchó la túnica de chocolate…yo paso de comprarle nunca más un disfraz, de verdad..suerte que las manchas de chocolate se fueron, que si no…

María

2 Comments on Dichoso carnaval

  1. Belinda
    26 febrero, 2012 at 3:25 pm (12 años ago)

    Aún no me he recuperado del shock!! hay cada pedagogo por ahí suelto…

  2. Con M de Madre
    27 febrero, 2012 at 3:20 pm (12 años ago)

    Es que tiene tela la súper idea ésta que han tenido…