Hace unos días tuve la oportunidad de asistir a un encuentro de blogueras en Madrid para hablar sobre la publicación de un artículo en la revista científica Acta Pediátrica que trataba sobre las leches de crecimiento infantiles gracias a la revista Ser Padres. 

La alimentación en los primeros años de vida es muy importante, eso lo sabemos todas. Por eso yo elijo el pecho para darles durante los años que mis hijos quieran, todos los nutrientes necesarios, además de los que vayan incorporando a su dieta a partir de los 6 meses aproximadamente cuando empiezan con el baby led weaning (BLW).

Aún así, es cierto que no todos los niños comen de todo, empezando por los míos pues, aunque con el blw empiezan a comer muy variado, luego es cierto que llega un punto en el que empiezan a tener sus preferencias y se pueden llegar a volver tiquismiquis con ciertos alimentos que dicen que no les gustan. Con esto quiero decir que, aún habiendo hecho blw, a uno, por ejemplo, no le gusta mucho la verdura y el pescado, así que no quiero ni imaginarme que hubiera pasado si no le hubiera introducido los sólidos de esa manera.

El documento elaborado por el Dr. Jaime Dalmau Serra, de la Unidad de Nutrición y Metabolopatías del Hospital de Valencia y el Dr. José Manuel Moreno Vilares de la Unidad de Nutrición Clínica del Hospital Universitario 12 de octubre de Madrid llamado «Leches de crecimiento. ¿Qué pueden aportar en la alimentación del niño pequeño?», concluye que la dieta de los niños de 1 a 3 años ha de cubrir los requerimientos nutricionales específicos de esta etapa de la vida, pero para casos que esto no suceda (que pueden haber muchos por alergias, intolerancias, dietas demasiado ricas o pobres en ciertos nutrientes), las leches de crecimiento pueden ser muy útiles por tener un contenido proteico reducido (a menudo en sus dietas ya van sobrados de proteínas) .

Además, estas leches tienen un perfil lipídico modificado, es decir, de grasas al reducir el contenido de grasa saturada e incorporar mayor cantidad de ácidos grasos poliinsaturados como el Omega 3 DHA y monoinsaturados. Y como os decía, su contenido en nutrientes esenciales (hierro, vitamina D, calcio), ayuda a completar los requerimientos del niño en esta etapa de crecimiento.

 

Para traducirlo a ejemplos de comida que todas entendamos, si un día especial, ojo, un niño come, por ejemplo, hamburguesa para comer, pizza para cenar y un donut para merendar (¡menudo día de fiesta para él!), ese día le estarían faltando prácticamente todos los nutrientes y sobrando muchas grasas y proteinas. En ese día, sería interesante que consumiera un par de vasos de leche de crecimiento adaptadas a su edad para compensar. Pero no quiero que se me malinterprete, las leches no deben ser un parche para una mala y pobre alimentación de forma sistemática, sino algo para días puntuales.

Partimos de la base que los niños ( y adultos) deberían consumir varias porciones de lácteos al día , dos o tres de legumbres a la semana (cifra en la que yo tengo que mejorar, lo reconozco), frutas y verduras cada día (otro punto para mejorar) y dos porciones diarias de proteinas. Pues bien, si se ve que nuestro hijo bien por alergias e intolerancias alimentarias que desgraciadamente son tan comunes hoy en día (y de la cual yo no me salvo pues tengo un hijo alérgico a los frutos secos) o porque van con prisas y no desayunan bien o porque la comida del comedor no les aporta todo lo que necesitaran (aunque hoy en día los menús escolares suelen estar muy regulados) o las cenas fueran incompletas en nutrientes, entonces, sería necesario que en su leche de consumo habitual estuviera enriquecida con lo que le faltara. Eso sí, si es un niño con un alimentación completa, no las necesitaría.

Como muestra de ello, aquí nos prepararon un desayuno muy completo con zumos, conos de fruta (cosa que se agradece), bocadillos de jamón serrano y dulce y algo dulce también. Hay que comer de todo (lo bueno) y variado y como concluimos en ese foro con médicos y blogueras, seguir nuestra dieta mediterránea que tan beneficiosa ya sabemos que es.

Fue un placer poder atender a las reflexiones de los doctores, a la vez que escuchar a las experiencias de otras compañeras sabiendo que los niños estaban súper bien atendidos en un entorno idílico que les prepararon al aire libre con monitoras y con un montón de cucadas. Todo muy pensado en ellos y con cositas de Tutete que amenizaron ese rincón children friendly tan bonito. ¡ Gracias por pensar en ellos también!

Ahora que hemos discutido de estos temas me gustaría saber si vosotras dais a vuestros hijos leches de crecimiento enriquecidas. Yo no les he dado porque al tomar pecho tantos años y dietas equilibradas no les ha hecho falta, pero entiendo que otros casos, pueda ser necesario.

María

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  1. […] Aunque algunos alimentos de origen vegetal como los cereales, las frutas, los frutos secos o las legumbres pueden suponer una fuente adicional de calcio dietético, su biodisponibilidad (capacidad de absorción) es muy reducida y, por tanto, “no han de contemplarse como fuente dietética de elección” ya que “no pueden satisfacer las necesidades nutricionales de calcio y vitamina D en las distintas etapas de la vida”. Así lo recoge el Prof. Gregorio Varela, presidente de la Fundación Española de Nutrición (FEN) y Catedrático de Nutrición y Bromatología de la Facultad de Farmacia de la Universidad CEU San Pablo de Madrid en el Informe Leche vehículo de salud para la población: Calcio y sus determinantes en la salud de la población española,del que como podéis recordar hablé en esta ocasión. en la que os hablé de cuándo son necesarias las leches de crecimiento infantiles. […]

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