Vengo de una familia numerosa dónde el comer todos fuera era un lujo al que apenas pudimos acceder un par de veces a lo largo de nuestra infancia y las cosas no han cambiado demasiado ahora que soy yo la madre de una familia numerosa. Aunque quizás, por la poca experiencia que tengo, creo que también el lío que arman los niños al salir de casa pudiera ser un factor que tuvieran mis padres en cuenta…sin embargo, ayer tuvimos la oportunidad de ir a comer todos a Vapiano, un restaurante italiano para comer toda la familia en Barcelona.

Es un concepto completamente novedoso pues no es lo típico de que te sientas y esperas ser servido, sino que es un restaurante dinámico dónde tu mismo puedes ver en las cocinas de cara al público lo que se está cocinando y te puedes acercar a pedir lo que quieres al stand que sea más de tu conveniencia: pizzas, ensaladas, pasta o postres. De hecho, es un concepto que triunfa en otras muchas ciudades como Alemania,Francia, Dinamarca y ¡hasta Australia! dónde esta franquicia se ha instalado con éxito.

En mi stories destacadas podéis ver todo este divertido proceso. Se cocina con ingredientes frescos de calidad hechos al momento y el resultado es realmente espectacular. Después, pasas una tarjetita que te han dado previamente en la entrada para canjear por tu comida y antes de irte, pasas por recepción y pagas.

Aquí tenéis a mis hijos comiendo pasta, su plato preferido por excelencia. Es una pasta fresca que puedes ver ahí mismo cómo la hacen y la envasan en paquetitos para ser cocinada en directo. Hay menús de pasta infantil con menos cantidad y forma de barquitos, al igual que con las pizzas tienen formas de conejo y otras para los más peques.

Yo no soy muy de pizzas, pero las que hacen aquí con masa finita e ingredientes frescos estaban realmente buenas.

Este es un ejemplo de menú infantil de cantidad de pasta con la salsa que tú elijas entre un montón, aunque yo opté por el clásico tomate de toda la vida y una bebida que puede ser agua o zumo de naranja.

Las pizzas, como véis, son enormes, pero eso no es un problema porque si sobra comida, luego os cuento que todo tiene solución para no desperdiciar nada.

A mí me apetecía muchísimo una ensalada y más viendo las variedades de ensaladas que hacían allí con gambas y pollo a la plancha. Esta, en concreto, tenía parmesano, cebolla, ciboulette, rábanos, champiñones, calabacín, pimientos varios, una salsa riquísima, cama de lechugas varias y extra de gambones a la plancha. Tan rica que todavía me relamo al recordarlo..

Los baños están impecables, como dato para madres y tienen zona de cambiador para niños en el de minusválidos. Hay mesas altas y bajas con sillas de diferentes alturas, aptas para todos los gustos.

Pero no me olvido de lo que es casi lo más importante para mí: los postres. Como no podían ser de otra manera, son caseros y puedes ver cómo hacen su famoso tiramisú u otro cerca de dónde hacen la pasta fresca. Además, es chulísimo verlo con los niños para que valoren qué es lo que comen. El Mayor, que sigue mis pasos, eligió esta tarta de tres chocolates tan rica que venía con esa nata montada. Para chuparse los dedos.

Como buena madre de familia numerosa que le gusta aprovechar todo y no tirar nada de comida, os diré que tienen la opción del famoso «doggy bag» que llaman en el extranjero de llevarse las sobras en estos tuppers tan chulos que hasta puedes meter luego en el micro y tienen una gran capacidad.

Seguro que después de todas estas explicaciones ya os ha picado el gusanillo.

Podéis ir tanto al Vapiano que hay en el centro comercial de Diagonal Mar como al recién inaugurado de Gran Vía 630. Ya me ha contado alguna seguidora que fue esa misma noche que yo lo recomendé, así que no dejéis de contarme qué os ha parecido este nuevo concepto de restaurante tan original .

María

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