Llegábamos hoy a casa el Menor, el Mayor y yo. Serían las seis de la tarde, más o menos. Al bajar al Mayor del mega carrito-embiste-todo-lo-que-se-le-topa-delante me he dado cuenta de que tenía una uña de la mano rota y no he podido aguantarme y se la he arrancado de cuajo para intentar igualársela. Ha […] Read more…