Los primeros años de vida son muy importantes para el desarrollo y el aprendizaje. Los educadores debemos propiciar a los niños el contacto con su contexto más cercano para seguir estimulando su curiosidad. Además contiene elementos con los que puedan desarrollar sus sentidos. Ya que los sentidos son los que le servirán para aprender.
Por este motivo desde Boolino os proponemos un libro que no puede faltar en la biblioteca de los niños: Mi gran imaginario al dedillo ilustrado, un cuento de Xavier Deneux y publicado por Combel.
Una primera mini enciclopedia para los más pequeños que cuenta con más de 150 palabras y 30 texturas. Cada doble página está dedicada a un momento cotidiano común (la hora de comer, la hora de dormir, la hora de jugar y la hora del baño), a cosas cotidianas como la ropa, a los transportes o al mercado y a los animales que aparecen clasificados según su pelaje.
¿Qué sentidos despierta este libro?
Un libro de cartoné perfecto para que los niños aprendan a través de tres sentidos:
- Vista: mediante a las ilustraciones aprenderán a relacionar aquello que tienen por casa o de lo que ya tienen una idea preconcebida con el dibujo, aprendizaje por asociación.
- Tacto: mediante las ilustraciones con texturas descubrirán el tacto de los diversos objetos escogidos. Como es el caso de la manta, el espejo, la tostada, el caballo, el lobo…
- Oído: gracias a la pronunciación y la repetición de las palabras por parte de los adultos los niños podrán aprender el nombre de las ilustraciones y aprender así vocabulario.
Gracias a esta mini enciclopedia los más pequeños tendrán una de sus primeras experiencias sensoriales. Los que sean un pelín más mayores podrán leer, relacionar los objetos del libro con los que tenga por casa. Al mismo tiempo que empezarán a adentrarse, de un modo divertido, en el mundo de la lectura.
