Desde antes de quedarme embarazada y ver las famosas sesiones en baños de leche, me moría por hacer una sesión fotográfica así de bonita y sentirme como cleopatra, así que a mis 36 semanas he podido, por fin, hacerme una para recordar para siempre gracias a la buena mano de Luciana Hoffmann.

Veréis, la maternidad es una época preciosa, sí, pero no os voy a engañar, no todo es un camino de rosas para nada. Habrá quién tenga embarazos y partos buenos, no ha sido mi caso, pero por eso precisamente creo que merece la pena darse cuenta de la gran bendición que es gestar vida, ¡ un verdadero milagro! En ello radica una gran belleza y misterio que creo que reflejan muy bien las fotos de la brasileña Hoffmann.

Gracias al precioso body de encaje color crema que me hizo Julieta de Belly props, tenemos fotos tan bonitas como las que os muestro aquí. Esta mexicana diseña vestidos espectaculares para sesiones de fotos de embarazadas que son todo un espectáculo. Podéis seguirla aquí en su Instagram y aquí en página de Facebook.

Por último y no menos importante, las rosas rosas ( y valga la redundancia) son de la floristería barcelonesa Flors Bertran cuyo perfil podéis seguir en Instagram aquí. 

Seguro que todas coincidís como yo que, a pesar de todos los achaques del embarazo (nauseas, vómitos, ardores, estrías, insomnio, lumbalgia, ciática.. por citar sólo algunos), lo volveríais a repetir una y otra vez con tal de vivir la magia de la maternidad y poder gestar vida en nuestros cuerpos. Esto es precisamente lo que hemos intentado plasmar en estas fotos: la cara más bonita de la maternidad que hace que todo valga la pena.

 

¿Os animáis a haceros una milk bath session en vuestro embarazo? os advierto que luego la piel se queda súper suavecita  😉

 

María

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