Hace poco os mostraba las preciosas fotos que nos hizo la fotógrafa Inma Sánchez en la playa y que podéis recordar aquí. Hoy os voy a enseñar algunas de la sesión de newborn que nos tomó cuando el Cuarto tenía tan sólo una semana de vida. Espero que os gusten tanto como a mí. Destilan ,como todas sus fotos, naturalidad, vida, alegría, luz y espontaneidad, justo lo que más me gusta a mí.
Aquí tenéis al Mayor súper orgulloso y contento de coger a su hermano pequeño.

La Menor le sujeta aquí estirada en el sofá porque se empeñó en tumbarse y que se lo pusiéramos encima. Sorprendentemente, a pesar de sus brazos todavía torpes para cogerlo, el peque está placidísimamente dormido encima suyo. Para mí esta mirada que ha sabido captar Inma a la perfección dice mucho: «aunque me destrone este bebé, aquí estoy yo, guapa como siempre y os podré ayudar con él más de lo que vosotros os pensáis».

Esta foto me conquista: el Mediano con todo lo brutote que es, capaz de coger a su hermanito con la mayor delicadeza del mundo. Es algo que no deja de sorprenderme día a día: cómo es capaz de controlar sus bruscas formas para abrazar y besar a su hermano con todo el cariño y suavidad posible.

Aquí tenéis a mis cuatro peques. Los mayores peleándose para cogerle. La Menor diciendo: «es mío», el Mediano queriendo darle un beso y el Mayor se ríe contemplando tan tierna escena.

Ahora pasamos a la sesión de newborn propiamente dicha que se consiguió gracias a la enorme paciencia de Inma que estuvo horas esperando para captar al Cuarto en la pose que ella tenía en mente y así lo ha reflejado. Es tan bonito…

Entre foto y foto y para intentar lograr que se durmiera y conseguir algunas fotos nada como dormirse al pecho de su madre. ¡Aquí me pilló Inma in fraganti! La verdad es que había pasado una noche muy mala noche y estaba tan cansada que en medio de la sesión yo me tumbaba en mi cama (como quien está en su casa, jeje) y me echaba una cabezadita.

Y mientras mami dormía al bebé Inma iba retratando a los demás. Me encanta la cara y la pose del Mediano aquí. Gamberrete como es él, pero con esa mirada inocente..;)

Tras no pocos esfuerzos, logramos que el Cuarto se durmiera profundamente, así que mientras yo me iba a la cocina a hacer la comida para toda la tribu, Inma pudo coger las poses más tiernas y difíciles.

Fijaros aquí con su cordoncito umbilical todavía pinzado. Justo hablaba con Inma de cómo ahora ya no dicen que les pongas alcohol para secar siquiera, sino agua destilada o del grifo directamente y que yo no me fiaba de que se le cayera así y fue acabar la sesión y se le cayó precisamente a sus siete días de vida. ¡ Qué casualidad!

Mi pequeño duendecito…me encanta verle en estas poses y con esa telita tan mona de fondo.

Y su papi, como buen podólogo, quería una foto sujetando sus diminutos piececitos 😉

Y por último esta foto de La Menor que derrocha inocencia y belleza, así como es ella, guapa a rabiar. Me encanta…Aunque tenga muchos príncipes, ella siempre será mi princesita.

Además, como todos los detalles cuentan, Inma os entrega luego las fotos en una cajita muy mona con el CD y las mejores fotos impresas. 

¿Os ha gustado el reportaje? Aquí podéis consultar el Instagramfacebook de Inma para estar al día de su actividad como fotógrafa. Un placer haber trabajado con ella, de verdad.
¿Os atrevéis a abrir las puertas de vuestra casa para dejarle entrar y retratar vuestro día a día con la llegada de un bebé?

María

Comments are closed.