Esta mañana hablaba, como de costumbre, con mi madre por teléfono y me contaba lo nerviosa que estaba pues todos mis hermanos están de éxamenes. «Es que hoy Carlos (13 años) tiene un examen muy importante», me decía toda preocupada. «Y a ver qué le preguntan a Diego (9) porque con lo que ha estudiado», añadía. Me comentaba todo esto no así como de pasada,sino con verdadero agobio, como si fuera ella misma la que fuera a hacer el examen o a la que le fueran a preguntar. » Y Leyre, (de 15 años) tiene hoy también exámenes y se ha levantado a las 5 de la mañana a estudiar, ¿te lo puedes creer? es como tú!!», apostillaba. Yo mientras, sonreía para mis adentros al ver que mi hermana menor sigue mis pasos, aunque ella llegará más lejos que yo pues es súper lista. Luego por la tarde hablo con ella y me cuenta los resultados: en historia de la música un 10, en latín un 9,45; religión, 9,3 y teórico de educación física ,otro 10. Lo dicho, una empollona, pero de estas que son listas por naturaleza y apenas necesitan esforzarse, con lo cual no acabo de entender lo del madrugón.

Pero volvamos al tema. Lo que me ha llamado la atención es la verdera y honda preocupación de mi madre por los exámenes de mis hermanos. Los consideraba tan suyos que yo le he dicho en broma: «mamá, es que estás de exámenes» y me ha dicho: «pues sí, es que estoy de exámenes». Entonces he comprendido que una madre no deja de sufrir por sus hijos cuándo ya pueden andar o comer solos porque luego viene la adolescencia con su terrible edad del pavo, luego los niños que empiezan a estudiar la carrera o que deciden dejar los estudios y ponerse a trabajar, luego la Mayor que se casa y se queda a vivir en Barcelona (ejem,ejem)…Una madre jamás dejará de preocuparse por su hijo tenga la edad que tenga. A mí todavía me queda algo más que una década para llegar a «estar de exámenes», pero tomo nota y me voy preparando mentalmente.

«Y Jaime (20) ya ha vuelto de Navarra y ya está trabajando y atención porque este mes va a ser movidito- me sigue relatando-Fer (23) se va a Tierra Santa con la universidad en dos semanas, Leyre se va a Roma con el colegio y Belén (25) acuérdate que te va a ver a Barcelona la semana que viene. Ah! y en Semana Santa a ver si va Carlos a verte o si no, se irá a Laredo con nosotros». Alucino con la capacidad de mi madre de tener en la cabeza el planning de todos sus hijos actualizado..

Lo bonito de todo esto y que yo saco en conclusión es que una madre puede llegar a sentirse tan sumamente compenetrada con su hijo que puede acabar sintiendo lo mismo que él, sufriendo por lo mismo que él, alegrándose por lo mismo que él. Todavía recuerdo con cariño el día que mi Señor Marido (por entonces, mi novio) me mandó un mensaje muy romántico y se lo leí a mi madre mientras estábamos sentadas en la cama de su cuarto. Las dos,compenetradas al 100% nos moríamos de la emoción. Ahora viene a verme a Barcelona este viernes. Una vez haya acabado sus exámenes, por supuesto.

María

2 Comments on «Estoy de exámenes»

  1. Sinceramente
    5 marzo, 2012 at 8:13 pm (12 años ago)

    Me encanta lo de: Entonces he comprendido que una madre no deja de sufrir por sus hijo.Tienes muchísima razón y espero que a 'Carlos' le vaya bien en los exámenes

  2. Paparracho y Mamanatas
    5 marzo, 2012 at 8:33 pm (12 años ago)

    Una entrada preciosa que seguro que hará las delicias de tu madre. La verdad es que criar siete hijos me parece una osadía/odisea tremenda, más aún en los tiempos que corren. Tiene que ser tan bonito y reconfortante como agotador. 🙂