Llegábamos hoy a casa el Menor, el Mayor y yo. Serían las seis de la tarde, más o menos. Al bajar al Mayor del mega carrito-embiste-todo-lo-que-se-le-topa-delante me he dado cuenta de que tenía una uña de la mano rota y no he podido aguantarme y se la he arrancado de cuajo para intentar igualársela. Ha sido como cuando tienes un granito con pus y estás delante del espejo pensando: ¿me lo reviento o no? pues igual. Y eso que mi Señor Marido es podólogo, pero ya se sabe: en casa del herrero, cuchillo de palo. Si no me encargo yo de cortar las uñas de manos y pies de mis pequeños, podrían tocar la guitarra con ellas. Total, que el Mayor ni se ha inmutado de mi salvaje manicura e iba por el pasillo goteando sangre tan contento. Pensaréis que soy una exagerada, pero de verdad que no os podéis imaginar lo que puede sangrar una uña..

Le he intentado parar la hemorragia envolviéndole el dedo en una toallita. Simplemente quería que dejara de manchar todo lo que tocaba: las fundas del carrito que tanto cuestan quitar para lavar y volver a poner, una pandereta que ha sacado de no sé dónde, una bandeja con ternera para la papilla de El Menor, su jersey ideal blanco impoluto, sus vaqueros, los míos, mi camiseta y,en último término, nuestro sofá beige. Ha sido un momento de pánico total hasta que, harta de oír al Menor llorar como un histérico pues le habían abandonado en el carrito doble y aguantar llorar a su hermano Mayor, le he dejado que estampara nuestro sofá de topitos rojos.

Tras este derroche de paciencia, algo inusual en mí, le he sentado encima mío para intentar ponerle una simple, diminuta e inocente tirita y es entonces cuándo ha empezado a chillar como un histérico. Es decir, que no lloraba por el daño que le había causado involuntariamente su madre, si no porque ésta pretendía quitarle hierro al asunto, alegrándolo todo con una tirita, pero no, no ha funcionado. Yo no me iba a dar por vencida tan fácilmente, así que he cogido un trozo de papel higiénico y he intentado cortarle la hemorragía apretandólo un poco alrededor de su pobre dedo. Más lamentos. Le he dado un caramelo de miel asqueroso que había por ahí, creo que debía ser de esos que dan en las cabalgatas de Reyes que se comen ni los pajes.El Mayor más calmado, pero el dedo venga a sangrar sin piedad.

El Menor seguía llorando, pobre criatura, era su hora de la papilla. No he podido más. He llamado a mi madre y le he preguntado si era normal que aquello sangrara tanto y cómo podía cortar la hemorragia. Me ha sugerido que le enrollara una gasa alrededor del dedo y se lo pegara con esparadrapo. Gasas tenía (madre prevenida vale por dos), pero esparadrapo no, así que «toa espabilá», me he quitado mi goma de pelo y le he dado un mejor uso. He enchufado Pocoyo para intentar calmar el llanto desconsolado de El Mayor, (insisto, no por el dolor, si no por no querer nada atado a su sensible dedo) y así, entre el «Babush» con Pato y Loula, el caramelo pringoso y su madre que ha cogido en brazo al Menor para calmarle, hemos conseguido poner un punto final al drama.

Tan sobrada me he visto de repente que me he atrevido a hacer una llamada telefónica a una amiga mientras intentaba con la otra mano quitar con un cepillito de uñas mojado en agua las manchas de sangre del sofá. Suerte que lo compramos de tela Rustika que es anti-manchas mega guay…

Lección aprendida: cuando El Mayor se vuelva a caer, cosa que no tardará en suceder, no volveré a intentar ponerle una tirita. Ya puede temblar la tapicería de nuestro sofá.

María

2 Comments on El incidente de la tirita

  1. Fer
    1 febrero, 2012 at 4:35 pm (12 años ago)

    Que mueran las tiritas de Diney,colores chillones,animales divertidos, pero que al final cuestan una pasta y no valen para nada.
    Cuando un niño se corta lo mejor es gasa y esparadrapo, nada corta mejor la hemorragia.
    Y si sigue, esperar con paciencia,muchos besos y a otra cosa mariposa.

  2. Con M de Madre
    1 febrero, 2012 at 8:28 pm (12 años ago)

    Siento decepcionarte porque ni siquiera era una tirita guay de esas infantile, si no una normal y corriente de adulto..:(