Cuando bautizamos al Cuarto en Madrid hace cosa de un mes, tuvimos la suerte mi marido y yo de escaparnos con el peque al centro Baby Spa. Desde el embarazo que pasé de reposo de La Menor, me dio por ver vídeos de sesiones de hidroterapia en bebés recién nacidos y me encantaba ver cómo se quedaban de relajados. Por eso, cuando descubrí que en la capital estaba el único centro de España que lo hacían, tuve unas ganas locas de ir, así que aproveché este viaje express para hacer realidad mi sueño.

En cuanto pisas Baby Spa a todo tu cuerpo le invade una sensación de calma y sosiego. Será por la relajante música que escuchas de fondo todo el tiempo o por sus cuidadas y limpias instalaciones decoradas con un gusto exquisito, pero yo salí flotando. Al principio tienes que rellenar todos tus datos y los del bebé para que los tengan en cuenta los fisioterapeutas que le tratarán como el tipo de parto, alimentación, enfermedades, peso…etc.

Todos los productos que se utilizan en Baby Spa están a la venta y algún otro muy interesante para mamis que les gustan estas cositas ,también.

Hay una sala con una luz muy acogedora con unas sillas muy cómodas para poder amamantar a tu hijo o darle biberón, si lo prefieres pues disponen de microondas para calentar los bibes.

No sabía que mi amiga la jirafa Sophie de la que os hablé en este post, tenía también una colección de libros, me quedé in love total.

Lo de este móvil con pajaritos con luces también fue un flechazo total. ¡ Lo quiero para colgar encima del cambiador del Cuarto! Era tan dulce…

Si tu bebé lleva ya las vacunas de los 2 meses, va en una piscina más grande y si no, le ponen aquí que es dónde bañaron a mi peque que tenía sólo 7 semanas y no estaba vacunado, por tanto. Todo con los colores corporativos, por supuesto: el lila y el mint.¡ Precioso!

Para que puedan bañarse sin preocupación de «sorpresas» les ponen un pañal de agua y encima, una braguita para que en caso de haberlas, no pase nada. Después les pesan por si vas en otra ocasión, poder ir viendo la evolución del peso de tu hijo.

Y entonces viene el momento deseado que puede parecer un poco agobiante, pero no lo es, de verdad. Este dispostivo morado llamando «Bubby» que se ajusta a su cuello no les aprieta nada ya que va adaptado según el peso y talla de cada bebé. Es de un material muy suave que no te esperas. Muchas me habéis preguntado por facebook e Instagram si se puede comprar y la respuesta es no. ¡ Lo siento, mamis! Su composición es secreta y no se comercializa.

La temperatura del agua está perfectamente controlada para que se mantenga entre 35  y 37 grados y se cambia tras cada uso (la otra piscina de los «grandes»está a 34,5 grados). Yo le suelo bañar al Cuarto en su cubo muy calentito, así que se quedó tan a gusto. Ni lloró ni nada, se quedó ahí flotando simplemente súper relajado y nosotros más aún de verle así. ¡ Es increíble!
Los patitos de colores y otros objetos que ponen al alcance de su vista hacen que éste estimule así este sentido.

La fisio le deja un tiempo en el agua calentita y después le quita la burbuja y le manipula con mucho cuidado y seguridad. Es un gusto encontrarte con profesionales así que además son muy agradables y te van explicando qué hacen y por qué. Es que yo soy muy preguntona y me gusta saberlo todo 😉

Para finalizar el bañito, le «riega» su cabecita con un vaso agujereado por abajo para que el niño experimente la sensación del agua cayendo poco a poco sobre él. De venta en el propio centro, por si os interesa.

Cuando lo saca la fisio y lo envuelve en una esponjosa toalla, puedes ver tú misma lo a gusto que se ha quedado. Es una pasada…

A continuación le secan en este cambiador flexible tan chulo del que me quedé enamorada también de la además marca catalana de artículos de puericultura Nannak.

Después de unos besitos de papá, la fisio procede a realizarle un masaje según sus necesidades, o bien  anti-cólicos o bien relajante por todo el cuerpo con aceite de semilla de uva. No sé si se relajó más el peque o yo al verlo…Es importante resaltar que todo el personal que trabaja en Baby Spa está cualificado para ello. Al tratar a bebés en su primer medio de año de vida eso es todavía más importante, si cabe.

A mí me preocupaba un poco el tema de los cólicos porque mis otros tres hijos apenas tuvieron y éste es el que más ha tenido. La fisio me explicó cómo hacer el masaje para evitarlos en la medida de lo posible, aunque nada como las manos de un profesional, está claro porque ella sabía la presión que había que aplicar en cada parte de su abdomen minúsculo sin hacerle daño.

Una vez se ha acabado el masajito por delante, se hace también por detrás para que los bebés noten y fortalezcan su espalda, su cuello y sus piernas. Aquí veís al Cuarto con apenas 6 semanas de vida intentando levantar la cabecita.

Cuando son un poquito más mayores, les ponen al lado de dónde les cambian objetos de colores que captan su atención como estos simpáticos espejos de pez que también venden en el centro (también me quedé con las ganas de uno).

También tienen pequeños objetos que pueden manipular sus diminutas manitas y notar así las diferentes texturas como éste en forma de flor de Bebé grenadine al cual ya he echado el ojo 😉

Los codiciados «Bubbys» que sólo se utilizan en los centros autorizados por Baby Spa como el de Londres. Estos centros fueron fundados por la sudafricana Laura Sevenus, una ex nadadora de competiciones que fundó en el 1967 una escuela de natación infantil y, más tarde, en el 1970 se convirtió en la pionera del método Babyswim. En el año 2000 abrió finalmente en Inglaterra el Sevenus Swimming school junto con su hija Kirsten. En el 2015 gracias a sus 40 años de experiencia,se abre, por fin, este centro en Madrid. Para las que vivís en Cataluña, como yo, tendremos que ir a la capital o esperar unos añitos si no, a ver si nos abren uno aquí.

Me encantó este mural tan original en la entrada de Baby Spa…¡ qué penita me dio irnos!
Además de las sesiones de hidroterapia y fisioterapia infantil, en el centro madrileño también hacen pilates para padres con bebés y fisioterapia respiratoria infantil en este entorno tan idílico en un antiguo piso de esos de techos altísimos como la casa de mi tia abuela madrileña.

Tras la sesión, mi hijo quedó súper relajado, le cambiamos y procedí entonces a alimentarle para así hacer ya un día redondo para él.

En esta agradable salita decorada con tanto gusto rematamos la mañana con una sesión de pecho. 😉 Sobra decir que ese día el peque durmió muchísimas horas seguidas.

¿Qué os ha parecido el Baby Spa? No me digáis que no os moríis de ganas por ir. De verdad que todo lo que os pueda contar no es tan chulo y relajante como la realidad.

María

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